miércoles, 30 de enero de 2013

CONSECUENCIAS QUE CONLLEVA UN ÚNICA HISTORIA.

Los medios claramente distorsionan la realidad. Acudimos a los medios, a cualquier tipo de medios y soportes. Estamos en la sociedad de la información, la información es la base de todo. El desarrollo de la tecnología y el desarrollo de los medios de comunicación han creado, en el ciudadano, la necesidad de informarse diariamente.
Una vez creada esa necesidad, el individuo tiende a satisfacerla. Acude a los medios de comunicación que les son habituales para ver los contenidos que le interesen. El ciudadano retiene la información y saca sus propias conclusiones llegando a su opinión personal sobre el tema.
Pero no hay que olvidar, que esos medios de comunicación forman empresas y sociedades bastante complejas, que tienen unos objetivos e intereses tanto económicos como políticos. Por lo que la base de la creación de esa empresa es con ánimo de lucro, es decir, obtener beneficio del servicio que ofrece a la sociedad.
Todo ello afecta directamente a los contenidos. Ya que los medios adaptan los contenidos según sus intereses ideológicos, políticos y económicos. Además, de que se adaptan a la audiencia, emiten o publican aquellos contenidos que generan audiencia. No importa la calidad de la información ni desde el punto de vista que se trate, si a la gente le gusta, se pone. El problema más grave de todo ello, es que a causa de la realidad difuminada que nos muestran los medios, creamos estereotipos de los lugares, sus habitantes y su cultura. Y eso llega a ser un problema, porque nos creamos una imagen que no es del todo cierta.
Es cierto que en el mundo a diario nacen muchas informaciones y en los informativos y en los medios es imposible difundirlas todas. Pero ¿por qué de algunos lugares, de lo único que se habla es de cosas malas? ¿por qué los medios nos dan informaciones manipuladas y subjetivas?
Un ejemplo son en las informaciones de países extranjeros. ¿Qué sabemos de Brasil, además de los carnavales y las morenazas en la playa? Violencia, mafias, drogas, armas, muertes. Son las únicas informaciones que nos llegan de ese país. Y ¿quién quiere ir a un sitio donde hay siempre conflictos?
O por ejemplo, el tema del conflicto árabe, la imagen que tenemos es de dictadores, militares, guerras, muertes. Cuando acabe la guerra, todos tendremos tan mala imagen de esa zona y de esa gente, que nadie querrá ir, ni saber más de ella ni relacionarse con esa gente. Es un sitio conflictivo, da miedo.
Lo mismo pasa con Marruecos y los musulmanes. Principalmente porque la mayoría de informaciones que tenemos de Marruecos o de los marroquíes es que han llegado en patera a alguna de las costas españolas. Personas que se juegan la vida por aspirar a una vida mejor en España.
Además, tenemos una idea de la religión musulmana no muy buena. Es cierto, que choca totalmente con nuestra cultura y forma de vida, pero ya simplemente por eso los tachamos de machistas. O a ellas las tachamos de sumisas, de no tener personalidad. Pero no solo eso, y si hablamos de esas niñas que son obligadas a casarse cuando les viene la menstruación. Pensamos que sus padres son crueles, interesados maos padres y palas personas. Mujeres propiedad de los hombres, niñas trabajando desde muy pequeñas, con el único objetivo de casarse.

Los medios nos crean una imagen de la realidad borrosa. Ya que las informaciones que nos llegan de otros países son veraces, han ocurrido y se cuentan de una forma más o menos objetiva. Pero todo lo que los medios emiten es malo, los medios solo cuentan noticias que se suponen importantes. Si son todas malas, nos creamos una mala imagen del país involucrado.
Otro ejemplo de ello, es un reportaje publicado de un periódico neoyorquino,  The New York Times, en el que se habla de la crisis española. El reportaje va titulado “In Spain, austerity and hunger”. Se trata de un reportaje con fotografías de Samuel Aranda, periodista catalán. En el reportaje se habla que la sociedad española se está viendo obligada a seguir el camino de Grecia.
LINK DEL ARTÍCULO: (EN INGLÉS)
En respuesta a ello, unos días después la cadena de televisión Antena 3·publicó un reportaje fotográfico, con imágenes muy coloridas, donde se aprecian la belleza del mar y del sol y a una joven divirtiéndose. Su titular” La otra cara de la crisis”.

Para terminar quería relatar, desde mi experiencia, una anécdota de mi infancia que tiene mucha relación con el tema. Trata sobre ETA y el País Vasco. Desde 1990 hasta 2011 que se produce el alto al fuego, ETA ha protagonizado numerosos ataques terroristas tanto en el País Vasco como en otras comunidades españolas y francesas. Los medios siempre hablaban de que el País Vasco apoyaba a ETA, narraban los atentados, los sucesos. Cada vez que se hablaba en los informativos del País Vasco se hablaba de ETA. Hasta llegar al punto de pensar que todo el País Vasco era ETA, que todos apoyaban a ETA. Incluso a veces los mayores, decían algo de un vasco y su respuesta era “a pero si es de ETA”.
Desde ese momento, asociaba a los vascos directamente con ETA. Hasta que uno de mis amigos me presentó a un primo suyo del País Vasco. Ahí fue cuando me di cuenta que estaba totalmente equivocada, mi idea cambió, cuando empezó a contarme su opinión y la de su familia respecto al tema.
Con todo ello, simplemente quiero que reflexionéis sobre el tema. Porque todo no es tan blanco o tan negro. Los medios son incapaces de informar de todo, de contar todo, de mostrar todo tal cual es. Al igual que España tiene una imagen de un país sumido en la crisis, gente manifestándose diariamente, policías reprimiendo esas manifestaciones, etc. En España no solo pasa eso, es cierto que estamos en crisis, que nos manifestamos y que la policía nos reprime. ¿Pero, es únicamente eso lo que pasa? ¿Saben en el extranjero que la mayoría de nuestros políticos son unos corruptos? En España también tenemos estereotipos sobre ciertos lugares, personas y culturas. ¿Cómo podríamos solucionar esto?

                                              Por: Ivana María Prasznik Pato.

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